lunes, 29 de mayo de 2017

EKAITZAK

Seguimos viaje hacia el Este por esta llanura de campos, aldeas, carros y carrazos BMW, donde los pueblos se suceden con regularidad y monotonía.
Hoy es domingo y huele a asado en la carretera. Los niños continúan saludando y chocándonos las manos a nuestro paso. Me pregunto si dicen "hallo" o Euro!!.
Los mayores están sentados en banquitos de madera, debajo de algún arbolito, de las parras; ellas con la cabeza envuelta en un pañuelo, en grupos de tres o cuatro, se cuentan sus cosas y también saludan.
Cada cierto tiempo aparece una población más grande y casi todas tienen las trazas de lo que está sucediendo también en otros lugares de Europa. La desindustrialización asola ciudades donde antes miles de obreros se ganaban el pan. Hoy Rumanía, al menos en esta zona, es una tierra sin esperanza para los jóvenes. El que puede lo intenta y emigra.

Corabia, donde comimos unas pizzas en un coqueto hotel, es un ejemplo de hacia donde vamos. Tiendas Non Stop por un lado y grandes fábricas abandonadas entre cultivos y un poco de ganadería.



Cada día por la tarde, a nuestro Norte, se montan unas nubes amenazadoras, con rayos y algún trueno. Como los hombres de negro, nos visitan, tal vez para saber cuántos kms llevamos, y si el balance fuera bueno nos cobran en tiempo haciéndonos refugiar en algún lugar. Ayer nuestro saldo no era bueno, continuamos pedaleando y nos hicieron pagar. Por dos veces nos cogió la nube y nos dejó empapados. Tiene su gracia ir en bici lloviendo.

Pedaleamos por las llanuras que le gustaron a Jaime Palmer de Mallorca, este viaje también va por ti. Es verdad que la calma de los atardeceres tiene una quietud mágica.
Rubén, de Murcia, está viajando por Rumanía en bicicleta y va hacia Asia. Nos ha contactado tras seguir nuestro blog y la idea es poder coincidir en algún punto del Danubio. Ruben baja desde Brasov, en el centro de país, hacia el Sur. Llevamos dos días sin comunicar.
Os escribo hoy lunes desde la tienda. Ayer aterrizamos tras 120 kms en un pueblo llamado Suiha y estamos instalados como en un solar entre casas y huertos. Palomas, cucos, hurracas, grillos, gallinas, gallos, perros, gorriones y Juan están dando un recital.



Hoy seguimos hacia el Este, posiblemente volvamos a cruzar a Bulgaria, en Ruse, de camino a Contanta. Tal vez mañana.

Tengo que hablar con mi banco para ver cómo queda lo del cajero de Calafat.

4 comentarios:

  1. Otra semana; ya van dos semanas de viaje dándole al pedal. Un abrazo para los dos desde Sopelana, W

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  2. Animo tios,15 días de pedaleo y parece que estas maquinas ni pinchan ni se sale la cadena ni se estropean los cambios menuda tranquilidad en lo que se refiere a averias.Otra vez Animo.
    Javier.

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  3. Que máquinas sois!! Oye al final me tiré para el norte hacia Buzau y hoy crucé desde Galati a Ucrania, así que esta vez no va a poder ser, me hubiera encantado pero es que al final me entraron las prisas, tengo unas ganas locas de llegar a Odessa para tomar un barco a Georgia. El mundo es más pequeño de lo que parece, seguro que un día de estos coincidimos. Os voy siguiendo en el blog.
    Un abrazo.

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